El pasado lunes día 28 de marzo entró en vigor la nueva ESTRATEGIA DE VIGILANCIA Y CONTROL FRENTE A COVID-19 TRAS LA FASE AGUDA DE LA PANDEMIA.

En este documento se resaltan los PUNTOS CLAVE DE ESTA ACTUALIZACIÓN DE LA ESTRATEGIA, justificada por los altos niveles de inmunidad alcanzados, que apoyan la transición hacia una estrategia diferente que vigile y dirija las actuaciones a personas y ámbitos de mayor vulnerabilidad y monitorice los casos de COVID-19 graves y en ámbitos y personas vulnerables.

Por tanto, se vigilarán los casos confirmados en personas con factores de vulnerabilidad o asociadas ámbitos vulnerables y los casos graves.

Así, las actividades con pacientes con síntomas leves compatibles con COVID-19 se realizarán según las necesidades de manejo clínico de cada caso, eso incluye las bajas laborales expedidas por los médicos (Incapacidad Temporal-IT) reservadas básicamente para:

• los casos de COVID-19 graves
• las personas que trabajan en ámbitos vulnerables y los trabajadores que prestan apoyo y cuidados a personas vulnerables, que no acudirán a su centro de trabajo durante los primeros 5 días desde el inicio de síntomas o de la fecha de diagnóstico en caso de personas asintomáticas.

Los contactos tampoco harán cuarentena y por tanto tampoco tendrán baja laboral.