«No hay que reinventar la economía, sino sumar nueva industria a los sectores existentes»
Noticia vía Las Provincias.
LAS PROVINCIAS y Caixa Popular analizan la situación de los autónomos y las necesidades del sector de cara a la recuperación
Que el grueso del tejido empresarial valenciano está compuesto por autónomos es una afirmación que a nadie se le escapa. De hecho, el tejido empresarial español está principalmente fundamentado en pymes y micropymes. Además, que las empresas turísticas son uno de los motores de la economía tampoco es un secreto. Es por ello que LAS PROVINCIAS reunió a responsables y expertos de diferentes sectores productivos para analizar la situación de los autónomos después de un año del estallido de la pandemia producida por el Covid-19. La mesa de expertos se centró en responder a las necesidades de los sectores para recuperarse de la crisis económica derivada de la crisis sanitaria; la necesaria formación de empresarios y trabajadores; así como los diferentes planes de ayudas o la futura relación con la financiación.
Para hablar de todo ello acudieron a La Rotativa de LAS PROVINCIAS: Raúl Saiz, responsable de Autónomos de Caixa Popular; Elvira Ródenas, directora General de Trabajo, Bienestar y Seguridad Laboral; Alberto Ara, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA); Manuel Espinar, presidente de la Federación de Hostelería de la Comunitat Valenciana; y Rafael Castillo, presidente de ASELEC.
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La mesa de expertos comenzó con una fotografía de la situación de los autónomos. Alberto Ara, presidente de ATA, indicó que este colectivo es muy heterogéneo debido a las necesidades de cada una de las actividades que realizan, ya que unos tienen locales con la persiana abierta al público, otros tienen trabajadores a cargo, hay quien tiene un solo cliente y quien tienen muchos, etcétera. «Esta característica de los autónomos hace que las circunstancias económicas, sociales y jurídicas sean complejas. En la Comunitat este pasado mes de marzo había 352.269 autónomos que proporcionan trabajo a 135.000 personas. Esto representa casi el 20% del PIB de la Comunitat. Además, de todas ellas, el 93,5% tienen menos de cinco trabajadores». Respecto al impacto del año pasado, Alberto Ara señaló que «se ha dejado de facturar 8.250 millones de euros, lo que supone un 11% respecto a años anteriores». Además, hizo referencia a que no solo es una crisis económica, sino social, sanitaria y emocional que todo el mundo la está padeciendo.
A las cifras aportadas desde ATA, Elvira Ródenas, directora General de Trabajo, añadió que «la pandemia está suponiendo un paréntesis en una economía como la valenciana que venía creciendo desde 2016. Es cierto que tenemos 4.462 empresas menos que en 2019, pero aun así en la Comunitat hay más empresas y más empleo del que había en 2016. Al inicio del Covid estábamos en un proceso de crecimiento y la pandemia lo ha interrumpido. Actualmente hay 1.193 empresas más que hace cinco años».
Al hilo de este crecimiento empresarial, Rafael Castillo, presidente de ASELEC, apuntó que su sector es en parte privilegiado pues al dedicarse a la energía es un sector que no ha sufrido, en exceso, la crisis. Principalmente por estar en el carro del nuevo paradigma económico de transición a las renovables. «Entre nosotros se han dado las mismas bajas que en cualquier ejercicio normal. Al inicio de la situación tuvimos algo de incertidumbre a la hora de trabajar. No sabíamos si el nuestro era un servicio de primera necesidad o no, pero las pequeñas empresas han superado la situación» y añadió que lo que sí habían notado es el aumento de las bajas por jubilación.
Pero, sin duda, si hay un sector que está sufriendo gravemente las consecuencias de la crisis es el de la hostelería y el turismo. Manuel Espinar explicó en la mesa de expertos que su sector ha perdido de media un «65% del volumen de facturación en 2020 y que más del 30% de las empresas se han quedado en el camino, lo que ha supuesto el despido del 70% de los asalariados». Estas cifras se deben, según señaló Espinar, al cierre temporal de las empresas durante tantos meses y a las restricciones impuestas para poder controlar la incidencia de contagios.
No obstante, el presidente de la Federación de Hostelería de la Comunitat Valenciana reconoció que la Comunitat «es una de las que más ayudas ha recibido y proporcionado a las empresas. Sin embargo, se ha tardado en reaccionar, no se han dado a tiempo y eso ha provocado que el 30% de las empresas se hayan quedado en el camino». Por ello, Espinar reclamó «mecanismos más rápidos y ágiles, así como un apoyo a lo largo del tiempo pues hasta 2024 no se prevé una ‘plena recuperación’. El sector del turismo es un motor en la Comunitat y seguirá siéndolo, por ello no se debe dejar caer».
A lo largo de la charla encima de la mesa apareció el tema de la financiación, al igual que lo hizo la preocupación sobre la forma en la que los Fondos Next Generation EU ayudarán a la recuperación de las pequeñas y medianas empresas, así como a los autónomos.
Sobre la financiación y el compromiso de Caixa Popular con el tejido empresarial valenciano habló Raúl Saiz al señalar que «desde el inicio de la pandemia Caixa Popular ha estado al lado de las empresas y de los autónomos. Somos una caja de proximidad, nos gusta estar cerca de nuestros clientes. Pusimos una línea de financiación propia al servicio del tejido productivo, además de los ICO» y explicó que desde las distintas oficinas «se llamó a todos los autónomos para ver en qué situación estaban, preguntarles por la incidencia de la pandemia en sus negocios e intentar ayudarles a sobrellevar la situación». Además, Saiz señaló que desde Caixa Popular «se está apoyando a las asociaciones de profesionales y federaciones empresariales a través de distintos convenios para responder a las necesidades de cada uno de los sectores productivos de la Comunitat, ya que al ser tan heterogéneos tienen características y necesidades diferentes».
Respecto a la financiación de las empresas, los ponentes estuvieron de acuerdo en señalar que de cara a meses y años futuros habrá que tener en cuenta otros factores que no sean los últimos balances para conceder la financiación necesaria a las empresas. Por ello, pidieron al sector bancario «que tengan en cuenta los modelos de negocio y los proyectos a la hora de conceder la financiación». Además, todos hicieron referencia al posible problema que vendrá cuando las empresas deban comenzar a devolver los préstamos solicitados tras el periodo de carencia concedido con las ayudas.
Respecto a los Fondos Next Generation señalaron que el desconocimiento que actualmente hay sobre como se van a distribuir los fondos hace que tengan dudas de la forma en la que llegará a los autónomos y las pymes. A estas dudas, Ródenas explicó que «de los Fondos Europeos vendrán 1.254 millones que se gestionarán entre el 2021 y 22 para la recuperación.
Además, añadió el paquete de ayudas que aprueba estos días la Generalitat con 647 millones más que amplía los colectivos a los que se va a destinar las ayudas y que han estado consensuados con todos los agentes sociales«.
La formación tanto de los empresarios como de los trabajadores fue otro de los temas que salió en el debate. Todos estuvieron de acuerdo en la necesidad de la formación y el reciclaje para poder desarrollar la actividad y estar presentes en aquellos espacios en los que lo está el cliente. «Muchas de las empresas ya están digitalizadas desde hace años, en ocasiones el problema es en determinados sectores y con algunos trabajadores, pero en su mayoría cuentan con un desarrollo digital bueno», señalaron en la mesa. En cuanto a la reinvención de los sectores y el tejido productivo, apuntaron que no es cuestión de reindustrializar la economía valenciana, sino de sumar. «No hay que reinventarse, tampoco cambiar el sistema productivo. Lo importante es conservar lo que se tiene. Tenemos la primera industria turística del mundo, debemos mantenerla y desarrollar el I+D+i y la industria, hay que sumar, no cambiar una cosa por la otra», apuntó el presidente de ATA.
Tanto Ara como Espinar, Castillo y Saiz señalaron que los ERTE’s y las ayudas habían sido unos buenos mecanismos para apoyar a las empresas en estos meses, pero que no podían finalizar en septiembre y debían mantenerse, como mínimo, hasta final de año, incluso hasta el 2024, año en el que se prevé la ‘recuperación’.