Revisión, renovación y mantenimiento de los edificios. Una prioridad de país.
Es inconcebible que con la cantidad de recursos técnicos que tenemos hoy en día para el control de la seguridad, el consumo energético y muchas funcionalidades más pasen cosas como lo que ocurrió hace unos días en la residencia de mayores de la localidad de Moncada donde una “anomalía eléctrica causada por una regleta” fue el origen del incendio que causó la muerte a seis personas como así lo recoge el informe preliminar de la Guardia Civil tras una primera inspección técnico-ocular que realizó la Policía Judicial.
El mencionado informe no determina si las llamas se produjeron por una sobrecarga en la regleta o por causas fortuitas. El suceso ha devuelto al primer plano de la actualidad informativa la importancia de los sistemas de seguridad eléctrica ligados a este tipo de dispositivos que podemos encontrar en la mayoría de viviendas, oficinas, comercios en definitiva en cualquier tipo de local o edificio independientemente de su uso.
Inspecciones y prevención contra los riesgos por defectos en las instalaciones eléctricas
ASELEC representada por su presidente Rafael Castillo y de su secretario técnico Carlos Sánchez han sido la voz de las empresas y profesionales del sector de las instalaciones eléctricas que tras el reciente incidente de Moncada han reclamado tanto en medios sectoriales como de información general poner definitivamente una solución a un problema que se reclama desde nuestra asociación junto con otras organizaciones sectoriales desde hace años como es la falta de inspecciones de locales de publica concurrencia y edificios en general.
En palabras de Carlos Sánchez “En nuestra comunidad, las inspecciones y revisiones en este tipo de establecimientos por parte de los servicios territoriales son muy escasas. Actualmente se está revisando la normativa, porque la obligación de las revisiones está obsoleta, la norma es del año 93, y todavía no se ha adaptado al reglamento de 2002″.
En conclusión, el problema va mas allá del mal uso que se pueda hacer de una regleta producto de la escasa información y conocimiento que tienen muchos usuarios ya que si la instalación cumple con la normativa recogida en el REBT los sistemas de protección como automáticos, diferenciales y puesta a tierra deben de actuar contra los defectos de la instalación o el mal uso de la misma que provoquen sobrecargas y cortocircuitos.
Con las oportunas revisiones y actualización de la instalación según la normativa y el regular mantenimiento se podrían evitar por este orden: cientos de víctimas mortales, miles de heridos y millones de euros de pérdidas materiales.
Por un lado, cabe insistir cuanto sea preciso a los servicios territoriales pongan solución a la falta de inspecciones y rigor en las mismas y por nuestra parte como profesionales transmitirles informando a nuestra clientela, de todos los riesgos que pueden evitar y los beneficios que comportan nuestras prescripciones como profesionales acreditados.
ASELEC como referente de Empresas y profesionales cualificados homologados
Dicho lo anterior, insistir. Hay que prestar especial atención al problema que supone el desconocimiento del estado de las instalaciones en especial las eléctricas por parte de muchos propietarios y usuarios los cuales no suelen tener en cuenta una oportuna revisión voluntaria de la instalación. A menos que haya una avería, una mayoría de usuarios no suele pensar en el camino que recorre la electricidad por su vivienda. Hay que poner el foco en el hecho que el sistema eléctrico puede tener fallos que amenazan la propiedad y hasta la vida de las personas.
En el caso mayoritario de los edificios colectivos, ante el desconocimiento de sus personas residentes, resulta necesario impulsar la implantación, en la práctica, de la cultura de la seguridad eléctrica preventiva y concienciar a la sociedad de que todas aquellas modificaciones que las comunidades de vecinos vayan a acometer en las instalaciones eléctricas comunitarias, edificios terciarios y locales de pública concurrencia, sólo las pueden realizar empresas y personal profesional homologados que, además, deben tener un seguro de responsabilidad civil, tal como viene promulgando ASELEC en representación de empresas asociadas, ante los administradores de fincas y asociaciones de personas consumidoras, entre otros colectivos.
Todo ello supone para nuestras empresas asociadas una responsabilidad a la vez que oportunidad para revindicar su profesionalidad y transmitir confianza, por lo cual debe ejercer un papel proactivo a la hora de ofrecer sus servicios a sus clientela y potenciar su rol de prescriptor.
Una buena palanca de entrada puede ser informar a su mercado potencial sobre los aspectos a mejorar en las instalaciones eléctricas y sobre las ayudas actuales y futuras a la rehabilitación energética de viviendas y edificios, como son los PREE y el Fondo Europeo Next Generation. Al respecto de estos últimos cabe estar atentos a las distintas líneas de subvención en el periodo 2021-2023 y que desde ASELEC seguiremos informando según se vayan aprobando.
La imperiosa mejora de la seguridad, eficiencia energética y la sostenibilidad de los edificios
Viendo la situación desde en todo su contexto. Existe un gran parque de viviendas construidas antes de la aplicación del último REBT en 2002 con importantes carencias en el dimensionado de la instalación y un creciente deterioro de las mismas por falta de mantenimiento.
El 80% de los edificios de nuestro país fueron construidos hace más de 30 años, antes de las primeras Normas Básicas de la Edificación como es el Código Técnico de la Edificación “CTE” sin tener en cuenta los criterios de eficiencia energética que conocemos hoy en día. Como consecuencia, cerca de un tercio de la energía que se consume en España se emplea en sus edificios y de esta cantidad, entre un 50 y un 70% tiene que dedicarse a calefacción y refrigeración, con el agravante de que tanto equipos como instalaciones reducen su rendimiento con el paso del tiempo. Los equipos por su desgaste y menor rendimiento en comparación con equipamiento de última generación y las instalaciones por una generalizada falta de mantenimiento y actualización especialmente en el dimensionado del cableado expuesto a un mayor stress por la sucesiva conexión de equipos y dispositivos a circuitos eléctricos previstos para cargas más reducidas cuando fueron instalados.
En el mercado de la rehabilitación y reforma, principalmente destacan dos mercados, el de las promotoras y constructoras junto con operadores en gestión de activos inmobiliarios respaldados por inversores principalmente extranjeros y el de la pequeña reforma y rehabilitación de viviendas individuales y comunidades de vecinos.
En resumen, con el progresivo envejecimiento del parque construido que afecta cada vez a más edificios y viviendas propicia intervenciones más frecuentes que requieren una mayor prevención contra el deterioro. Aspectos a destacar:
- La situación es preocupante por el bajo ritmo de rehabilitación de menos del 1 % anual, que afecta principalmente al parque residencial con más de 11 millones que requieren de actualización de sus instalaciones y también a los más de 2 millones de edificios de uso terciario, de los que un 35 % tienen más de 50 años.
- Es urgente una puesta al día que necesitará de ampliaciones, modificaciones y reparaciones de las instalaciones eléctricas existentes. La incorporación de nuevas cargas y conexión de fuentes de generación renovable con intensidades elevadas y permanentes debe hacerse de acuerdo a los requisitos del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión de 2002.
- El artículo 2 del REBT establece que se aplique el Reglamento a las modificaciones, reparaciones y ampliaciones, sean o no de importancia, de las instalaciones existentes antes de su entrada en vigor, solo en lo que afecta a la parte modificada, reparada o ampliada, y siempre y cuando se tomen las medidas necesarias para garantizar las condiciones de seguridad del conjunto de la instalación.
- Los edificios son responsables del 40% del consumo de energía de la UE, aproximadamente el 36% de las emisiones de CO2 y el 55% del consumo de electricidad, por lo que la reducción de las emisiones y el ahorro de energía en este sector son cruciales para la consecución de los objetivos europeos en materia de clima y energía. Además de la contribución del desarrollo de la edificación para hacer frente al cambio climático hay otros aspectos que sitúan a la edificación en el centro de atención de la transición energética y un contexto de recuperación económica son un sector tractor que aportará miles de nuevos puestos de trabajo.
- Es evidente que los edificios más antiguos suelen utilizar más energía que los nuevos. Para alcanzar los objetivos en materia de clima, es necesario acelerar la renovación de los edificios y como mínimo triplicar el número anual de rehabilitaciones.
- Las medidas básicas de eficiencia exigen reducir las pérdidas energéticas de las instalaciones eléctricas, adecuando la potencia instalada de las más antiguas y sus condiciones de seguridad en base al actual Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT 2002).
- Situar las instalaciones de los edificios al nivel de los objetivos de sostenibilidad que marca la UE suponen abarcar medidas como la instalación de sistemas de medida y gestión de energía, monitorización de consumos, dimensionamiento del cableado a mayores cargas, sustitución de canalizaciones (cables y sistemas de conducción de cables), envolventes, aparamenta y pequeño material eléctrico, instalación de filtros de armónicos, instalación de baterías de condensadores para la compensación de energía reactiva, instalación de detectores de gas, etc.
Riesgos eléctricos como principal causa de incendios en edificios
Según los datos relevantes del último informe anual de la FUNDACION MAPFRE. Al contrario de lo que ha sucedido en otros ámbitos como la siniestralidad vial, en donde el número de fallecidos en 2020 se redujo en España en un 20% aproximadamente, el número de victimas mortales por fuego y explosiones en 2020 fue prácticamente igual que en 2019. Un total de 164 personas perdieron su vida en España en este tipo de siniestros. A las victimas mortales, como sabemos, hay que sumar los heridos y, en este sentido, el estudio estimó en al menos 1.300 el número de ingresos hospitalarios por quemaduras cada año en España.
- “El 65,5% de los muertos en incendio en nuestro país en 2020 fueron por inhalación de humos y gases tóxicos o, lo que es lo mismo, 2 de cada 3 muertos podrían haber tenido la oportunidad de salvarse si hubieran tenido instalado un detector de humos” o los cables eléctricos de la instalación fueran ignífugos.
- En 2020, se han computado un total de 124.800 siniestros por incendio, de los cuales 30.187 fueron en edificaciones (se incluye todo tipo de inmueble, ya sea residencial, terciario o industrial) y de estos últimos 17.037 fueron en viviendas.
Con la mirada puesta en la transición energética
Finalmente y también muy importante, las rehabilitaciones de instalaciones existentes son actuaciones que permitirán acelerar el proceso de la conocida como ‘electrificación del edificio’; “o dicho de otra forma, la progresiva eliminación de la dependencia de los combustibles fósiles y, por tanto, la descarbonización en aras a conseguir el objetivo de ‘cero emisiones’ a través del autoconsumo fotovoltaico u otras fuentes de generación eléctrica renovable, la introducción de la aerotermia y también ser una pieza clave en la introducción del vehículo eléctrico, gracias a la incorporación de la infraestructura de recarga, sin olvidar la digitalización que debe permitir la conectividad y automatización de los diferentes dispositivos eléctricos y electrónicos conectados entre sí”. Todos aspectos recogidos en el actual CTE vigente desde junio de 2020.
En conclusión. Diversos estudios han manifestado que en España existe un elevado número de viviendas con instalaciones eléctricas anteriores al REBT vigente de 2002 e incluso de 1973. Dichas instalaciones están dimensionadas para unas necesidades de consumo eléctrico muy inferiores a las actuales.
Estas instalaciones no se han adecuado a la nueva realidad social de consumo y utilización eficiente de la energía eléctrica, es decir con los mismos números de circuitos y con las mismas secciones de cable de hace más de 40 años, incrementando potencia y consumo en muchos casos sin los dispositivos de protección adecuados.
Sería un contrasentido no adecuar el parque edificado a las mínimas medidas de seguridad marcadas por la regulación existente mientras que el inexorable paso a la descarbonización exige una mayor electrificación de los edificios.
Juanjo Catalán Giménez.
Consultor empresarial y Coolhunter energético.